sábado, 20 de febrero de 2010

Prefiero un grito a un sms


Tengo FB, Twitter, tres cuentas de mail, gtalk y chat web. Uso todo eso junto o por separado diariamente, más los mensajes de texto del celular.
Precisamente por eso, me siento con autoridad técnico-moral para afirmar que las relaciones interpersonales son irreemplazables y preferibles.

Ya aprendí con los años que uno no puede mantener discusiones por mail, por ejemplo. La falta de entonación, de gestos, de volumen, hacen que lo escrito se pueda decodificar para el lado de los tomates.
Aprendí a no contestar algunos mails en caliente y responderlos personalmente.
También me enseñó el Coco que más de tres sms es llamado. No da estar tecleando como loco para que el otro entienda la mitad y en 15´ en lugar de entender bien en 2´.

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Me molesta especialmente cuando alguien que tengo a dos metros me hace una pregunta por chat -siempre y cuando no sea un chisme de otros compañero de escritorio, obvio-. Me lo podés decir en voz alta o levantarte de la silla y decírmelo al lado. O llamarme, yo voy.
Pregunté en twitter a cuántas personas de su TL conocerían. Salvo un par de excepiones, me contestaron que entre 3 a 20 como máximo. Yo opino lo mismo. Y es raro, por las cosas que mucha gente comparte en twitter.
Creo que el 2.0 da oportunidades fantásticas de estar en contacto, de comunicarse de alguna manera, de conocer gente, de compartir intereses. Pero sigo defendiendo las relaciones interpersonales. Pelearse es mejor cara a cara, ni que hablar de coincidir.
Los medios sociales me han dado y me dan muchísimo. Hablar (leer) con gente interesante, solucionar cosas laborales y/o personales en instantes, seguir paso a paso eventos que me interesan o simplemente reirme un rato -que no es poco-.
Pero de ninguna manera quiero perder el contacto visual, el titubeo, el grito si es necesario, la sonrisa, el carraspeo, las inflexiones de voz, las posturas corporales.
No quiero perder al amigo del alma, al compañero de laburo que te conoce más que el amigo del alma, y ninguno de los dos tiene Twitter ni Facebook.
Me gustan los secretos bien guardados, esos que uno se los cuenta solo a una persona, o dos, medio en voz baja y avergonzado. Un buen partido de truco con cartas de verdad. Casi que soy capaz de decir que extraño una buena carta escrita a mano...
No estoy renegando de las tecnologías, estoy diciendo que tienen que ser una llave para abrir puertas, no para cerrarlas.
Estoy diciendo que los canales tienen que sumarse, no reemplazarse.
Estoy diciendo que está bueno el mail, pero muchas veces hay que acompañarlo con un llamado telefónico.

Estoy diciendo que con mi amiga que vive en Miami, gracias a las redes sociales y a la tecnología, estoy más en contacto que con la que vive exactamente a una cuadra y media. Pero por suerte, mañana nos juntamos a tomar mate...

4 comentarios:

  1. muy bueno y la verdad que muy cierto. yo tb personalmente me quedo con el grito y con las malas caras de frente. muy buen blog. saludos

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  2. Que buen blog estimada y que lindo artículo. No estaba cuando hiciste la pregunta pero te cuento que conocería entre 5 y 10 de mis contactos de twitter, mail, etc. y si, seguro que prefiero antes que el mail, el mate.

    Saludos
    @imperdonable

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  3. Totalmente de acuerdo. No hay nada más lindo que la comunicación cara a cara, esa que te obliga a responder al instante, sin ensayar respuestas inteligentes, sin usar corrector ortográfico, sin releer lo escrito...esa tan linda que se da con lo que podemos tener cerca. Y ni hablar de los besos, los susurros, las ironias, y los abrazos que para nada son transferibles en una pantalla.

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  4. Turca, excelente el post. Coincido en lo que decís. Con algo de experiencia -no mucha- en las comunicaciones que nos permiten las nuevas tecnologías, desde hace unos meses decidí limitar las comunicaciones "virtuales" con la gente que es parte de mi vida real. ¿Me querés decir algo? Tenés el teléfono de mi casa, el del laburo y mi celular. Me hinché las pelotas del msn. No es lo mismo que una amiga te cuente (o vos a ella) cómo le fue ayer a la noche con el tipo que salió, que tomar un café y ver si le brillan los ojos, si hace frunces de cara o si tiene ojeras y una sonrisa en la cara.
    Y si, yo sí extraño las cartas en papel. La emoción de llegar a tu casa sin saber que había un sobre esperando arriba del felpudo, con noticas de alguien que está lejos.
    Me encantó el post.
    Beso!
    Nos leemos y la seguimos por twitter, blog.. jajajaja...

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